Lo mejor y lo peor de un ebook en una sola compra
Artículo publicado en 2018 y revisado en 2023
Ya he enumerado las decenas de puntos positivos del libro electrónico, así como sus limitaciones o las diferencias con otros formatos de libro. Me gustaría incidir en los puntos negativos que he percibido tras comprar un ebook hace un par de semanas. Quienes han leído algo en esta web y sus medios saben que no tengo nada en contra del libro electrónico, todo lo contrario. De hecho, me exasperan bastante las defensas al libro impreso que se basan en la tradición y nostalgia.
He pagado 32,75 euros por un ebook
El libro principal de un curso que acabo de terminar costaba 43,67 euros impreso y 32,75 euros en ebook. Se encuadra dentro de la no ficción, concretamente en economía y empresa. Estuve semanas retrasando la compra por si al final no lo necesitaba o si bajaba de precio, pero un fin de semana me di cuenta de que tenía que comprarlo.
La mejor opción dadas las circunstancias fue el ebook: más barato y descargado en unos segundos en mi ereader. No tuve que encargárselo a ninguna librería ni pedirlo online, ya que en mi ciudad no lo había. Sin esperas, no retrasé la escritura de una redacción. Además, los hipervínculos me permitían ir de un lado a otro del libro bastante rápido.
Todavía no lo he leído todo, a pesar de que ya tengo que entregar la tarea para la que lo he utilizado. El libro tiene contenido muy útil, una obra de consulta que debería servirme en mi vida laboral. Ahora bien, ¿no sería genial poder prestárselo* a quien quisiera? Y si nadie que conozca lo quiere, ¿por qué no revenderlo*, recuperar parte de lo invertido y que otra persona se ahorre un dinerillo?
*Hay plataformas que permiten esto con los ebooks, pero yo con mi sistema no puedo.
¿Son desventajas del ebook o...?
Vale, admito que mi problema es que nunca he pagado tanto por un libro así y menos por un ebook. Si me hubiera costado 3 euros no habría tenido esta sensación. Sé que es una cuestión de diferente vara de medir. Debo darle más valor a esa obra independientemente de su formato. Se paga por otros aspectos de la cultura que consumo en menos horas, desaparecen para siempre y no me fastidia tanto. Tampoco contribuye que ese curso haya requerido mucha inversión, tanto de tiempo como de dinero.