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¿Qué me estás contando?

Artículo publicado en 2018 y revisado en 2023

Un tuit (que ya no existe) me ha recordado unos conceptos que aprendí en referencia a guiones, pero que se aplican a cualquier creación artística, por ejemplo a los libros, se escriban para contar una historia o no ficción.

La fuerza motriz de una obra

Crear es posicionarse. El autor puede partir de un diálogo concreto o una estética determinada para empezar a construir su mundo y lanzar un tema a los demás (como la avaricia), sin embargo, la transcendencia se da cuando elige qué mensajes se transmitirán con ello.

Varias puertas y una amarilla que parece la elección

Digamos que alguien se pregunta qué pasaría si una expedición de científicos se pierde en una visita al corazón de un remoto parque protegido. El germen de esa historia puede extenderse hasta confeccionar una obra sobre la relación del ser humano con su entorno. En cualquier caso, tiene que haber algo más allá de lo factual, adonde todo confluye, una enseñanza, sea positiva o negativa. Por ejemplo, que la tecnología nos aísla, que a la naturaleza no le importamos o que la cooperación nos define.

Esta idea controladora es la postura que defiende quien ha creado la obra: esperanza, desamparo, ironía... Y subyace bajo todo lo que se narre y a esa conclusión conduce todo.

El espectro de moralejas

Hay artistas que reflejan como nadie su visión de la vida, otros siempre cuentan lo mismo (en su derecho están), hay de quienes es difícil captar lo que cuentan pero al menos parece que están contando algo y luego estamos millones de aspirantes que a menudo no transmitimos. Esto último puede deberse a que sencillamente no hay nada que decir o también a que no se sabe cómo (aún).

Marcar un punto

Tenemos más certezas de las que tras un análisis superficial podemos pensar. Hay decisiones que tomamos y principios que seguimos todos los días que son plasmables en un relato. Esas creencias sobre el valor de las cosas o lo intangible, la voluntad, la traición, la maldad o el ingenio.

Aunque a través de personajes, tramas o hechos en su mayoría diferentes a nosotros, cada obra que busque conexión con el receptor debería reflejar nuestra comprensión, enfoque y en definitiva bando frente a lo que nos rodea (o podría rodearnos). Esto es en teoría, claro, alguien puede hablar de algo en una historia mientras se comporta de otra forma en la realidad.

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