Qué considerar antes de crear un sitio web o blog
Artículo publicado en 2016 y revisado en 2023
Internet es una red de servidores, es decir, ordenadores conectados en todo el planeta, constantemente encendidos, que ofrecen diferentes servicios como el correo electrónico, chat, transferencia de archivos y páginas web (organizadas en sitios web).
Los usuarios conectados a esta red (por cable, wifi, 3G) pueden acceder a la información que contienen los servidores mediante programas cliente, como los navegadores web (Chrome, Edge, Firefox, Safari, Opera…).
Cualquier usuario puede crear un sitio web en un servidor para que los demás lo lean.
¿Cuál será la dirección de mi sitio web?
El dominio (domain) es la dirección que insertamos en el navegador para que nos lleve a ese servidor donde se hospeda un sitio. Comprar un dominio web suele estimarse importante cuando se quiere dar una imagen profesional. Como autores, por ejemplo, podemos elegir una URL que incluya nuestro nombre o seudónimo, pero también adquirir una con el título del libro que vamos a publicar, por ejemplo, si deseamos que tenga su propia web.
¿Dónde se guardará y procesará la información?
El alojamiento (hosting) es el servidor donde guardamos las diversas páginas que, enlazadas, componen un sitio web. Esa máquina puede estar en nuestro país o no. Hay diferentes clases de alojamiento web.
¿Un sitio web gratis?
Tanto el dominio como el alojamiento nos pueden salir totalmente gratis (con sus implicaciones) o podremos pagar por una parte o por todo.
Hay compañías que de manera gratuita nos otorgan un subdominio (lo1que2sea3.wordpress.com) y nos dejan almacenar cierta cantidad de archivos a cambio de publicidad y/u otras condiciones. Tengamos en cuenta que pueden decidir cerrárnoslo por varios motivos o directamente porque sí, aunque no es lo habitual.
Si queremos que desaparezca el nombre de la compañía de la dirección, estas plataformas permiten que adquiramos un dominio propio, a través de ellos o por libre, y lo relacionemos con el alojamiento compartido que ellos nos proveen (WordPress cobraba 13 dólares por este proceso cuando lo busqué en su día).
Podemos crear un blog por ejemplo de Blogger con cierto nombre de subdominio (lo1que2sea3.blogspot.com), comprar un dominio que nos guste como www.blablabla.ar y tras una serie de pasos (cambiar DNS), tendremos nuestro propio dominio apuntando a un alojamiento gratuito (servidor donde están nuestros posts). Cada vez que alguien escriba www.blablabla.ar entrará a los contenidos que creemos en lo1que2sea3.blogspot.com. Quien quiera entrar en el subdominio de blogspot, por su parte, accederá sin problema, pero se le redireccionará a nuestro dominio y en la barra de direcciones indicará que está en www.blablabla.ar/entrada145, por ejemplo.
Tener un dominio propio en un alojamiento gratuito resulta suficiente para poner en marcha un sitio web o blog de autor. Sin embargo, si queremos más control, como modificar el diseño y aspectos técnicos, consideremos migrar a un alojamiento de pago. Por cierto, normalmente se pueden exportar y trasladar las entradas y comentarios de unas plataformas a otras, aunque los suscriptores no.
Si queremos que el sitio web sea más flexible sin pagar a un especialista, podemos contratar un alojamiento e instalar (generalmente en un solo clic) un sistema de gestión de contenidos (CMS) como Joomla!, Drupal o WordPress (diferencias entre WP.com y WP.org).
Si ganas dinero (in/directamente) con tu sitio web
Por cierto, si vamos a conseguir algún beneficio económico a través de la web, habrá que cumplir la normativa comunitaria (en caso de España corresponde la LSSICE): identificarnos debidamente y pedir permiso al usuario para la utilización de las cookies no técnicas. Si el alojamiento gratuito no solicita autorización sobre cookies, deberemos tener otro tipo de alojamiento para así poder acceder a la plantilla e implementarlo.
Asimismo, cuando gestionamos datos personales de los internautas, debemos estar al día de lo que señalen las leyes al respecto.