Ojalá existiesen los spoilers bajo demanda
Artículo publicado en 2014 y revisado en 2023
No sé si algún otro usuario es de esta manera, pero a mí no me gusta saber casi nada sobre lo que voy a leer o ver de ficción. En este sentido, soy muy sensible y odio los spoilers.
Quiero sorprenderme cuando me cuentan la historia, así que normalmente es suficiente con enterarme del género y de si la ha concebido o recomendado alguien que respeto.
Prefiero desconocer hasta lo más general. El hecho de ser consciente de que pasará algo en un capítulo cualquiera, aunque uno ni se imagine el qué, nos condiciona: no viviremos la obra del mismo modo en que lo habríamos hecho de no haber estado alerta. Al menos, una parte positiva se supone que tiene: hay un estudio que apunta a que saber ciertas cosas antes permite entender mejor la intención de los creadores de la historia.
Esquivando spoilers
Como probablemente habréis comprobado, hoy es difícil quedarse solo con estos dos datos de una obra, sobre todo cuando se usan medios sociales y se desea conocer la actualidad audiovisual o literaria. Una noticia de actores que empiezan, terminan o vuelven a una serie ya insinúa un cambio.
Los tráileres y las sinopsis de creaciones de ficción presentan a los protagonistas, su objetivo y el conflicto, es decir, desvelan lo básico de la trama. Un tráiler o un sneak peek quizá hasta compartan los tres chistes que hay en todo el metraje. Tanto el próximamente en... al final de un episodio como el avance que se pasa varias veces en televisión durante la semana muestran el jugo de la siguiente entrega. Además de para huir de los spoilers, evitarlos tal vez permita llevar mejor los días de espera.
Por su parte, los anteriormente en... antes de que empiece un capítulo adelantan qué tramas progresarán en los minutos que siguen. A pesar de ello, está clara su ventaja para los que tenemos peor memoria para esas cosas, especialmente al inicio de una temporada. Por cierto, tener poca memoria es un don para quien lee o escucha destripes sin pretenderlo.
Es posible que el fotograma que representa un vídeo sea, por decisión de quien lo sube o de forma aleatoria, un momento clave del contenido que los espectadores veremos sin necesidad de ponerlo a cargar siquiera.
Asimismo, quienes opinan sobre una obra, sea en Internet o en persona, pueden revelar información, sin querer o adrede (¬¬). Por otro lado, los más atentos preguntan si deseamos conocer ese spoiler; las musas los bendigan.