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El audiolibro o libro hablado: formatos, reproductores, tiendas

Artículo publicado en 2016 y revisado en 2023

El audiolibro (audiobook) es un texto relatado en voz alta, dramatizado por una o varias personas (el autor, dobladores, actores, aficionados) o generado por programas informáticos (synthetic speech). El libro hablado no siempre es posterior a la publicación de un libro de papel o ebook, pues a veces el audiolibro es la primera (y puede que única) forma que toma la idea.

Al escuchar un audiolibro

Como cualquier otro formato de texto, el libro hablado vale para entretenerse, informarse o aprender. Además, por sus características, resulta ideal para mejorar un idioma y para quienes no leen por escrito, por trastornos en la visión o sin fluidez en la lectura (como dislexia). Es común que se escuchen audiolibros mientras se realizan ciertas tareas o se practica deporte, aunque no tiene por qué ser una actividad simultánea a otra. Tengamos en cuenta que estas obras pueden resultar lentas para aquellos que leen rápido y de manera no lineal.

Se supone que al escuchar la mente se distrae un poco más que al leer algo escrito en silencio y sobre todo en voz alta. Otros aseguran que la comprensión es mayor a través de los oídos y por tanto los libros hablados ayudan a la competencia lectora; se puede lograr un ritmo más adecuado y la dramatización permite entender mejor la situación. Desde luego la voz no es neutra.

Cómo es un audiolibro

Estas obras de audio comienzan y finalizan con unos breves créditos: título, creador, quién lo narra y las condiciones de uso. Acostumbran a tener una imagen de portada, normalmente la adaptación de la cubierta del libro escrito a un formato cuadrado, como el de los álbumes musicales.

Dibujo en blanco y negro de un libro y un icono de sonido

La versión hablada de un texto puede ser completa (unabridged) o bien reducida o abreviada (abridged). En este segundo caso, el texto se ajusta dejando fuera alguna información prescindible, así se ahorra tiempo (pasando a durar hasta una quinta parte de la lectura extendida), dinero (menos horas que habrá que pagar a especialistas y que costará el producto) y, quizá, aburrimiento. Además, tengamos en cuenta que la palabra pronunciada es más lenta que la leída mentalmente.

Con herramientas como Clips, de Audible, es posible realizar una especie de subrayado auditivo y guardar fragmentos del audiolibro, así como compartir en medios sociales trozos unos segundos.

Formatos y soportes de audiolibros

Un libro hablado puede grabarse en formato analógico (cinta magnética, disco de vinilo) o en formato digital (como mp3 u otros que más adelante se mencionarán). Los formatos digitales pueden comercializarse como archivos (en streaming o para descarga) o bien fijarse en soportes como un CD.

Los sonidos grabados en una de esas dos formas pueden reproducirse respectivamente en aparatos analógicos (casete, tocadiscos) o en aparatos digitales (reproductor de audio digital, smartphone, ordenador, dispositivos dedicados...).

Principales formatos digitales de audiolibros

El consorcio internacional DAISY ha impulsado un formato estándar con sus mismas iniciales, que responden a Digital Accesible Information System, en que un libro impreso se estructura y se hace navegable y accesible con la vista, el oído y/o el tacto. Estos archivos pueden y suelen incluir, por tanto, una pista auditiva.

Otro formato es el m4b, el mpeg-4 para esta clase de libros, que se puede escuchar en programas como iTunes o el VLC.

Los fonolibros a menudo consisten únicamente en una pista de audio, por lo que en estos casos el archivo tendrá formato mp3, wma voice o aac. Algunas empresas usan sus formatos propios.

El audiolibro y sus hermanos

Existen puntos de encuentro entre el audiolibro y los otros formatos de libro: el texto de papel, el ebook y el libro-aplicación.

Algunos prototipos leen en alto obras impresas, como Fluid Interfaces del MIT Media Lab: se hace saber al dispositivo qué parte queremos leer y un programa pronuncia ese fragmento (incluso podría traducirlo).

Pueden imitar un audiolibro el ebook básico (formatos epub y mobi), ciertos programas de lectura, aplicaciones especializadas en discurso (VoiceDream) o software y dispositivos con tecnología TTS (text to speech). Los usuarios prefieren unas voces a otras, por lo cual es necesario que los libros electrónicos no tengan DRM y los lectores puedan reproducirlos en el software que deseen. En el caso de Amazon, algunos títulos tienen la característica immersion reading (Whispersync for voice): en aplicaciones Kindle y tabletas Fire se puede leer un ebook mientras las palabras del texto se van destacando y se escucha la narración de su versión de audiolibro.

>> Audible Matchmaker: encuentra y vincula cada ebook con su audiolibro

Un formato de libro electrónico más versátil como epub3 admite la función "Read aloud", que consiste en activar las locuciones que se hayan insertado y que se sincronizan con el texto.

Asimismo, muchos libros-aplicación (book apps) muestran la opción de que se narre el texto. Hay también aplicaciones con nuevos conceptos, como los consejos de expertos que duran unos minutos en Audvisor.

Reproducir audiolibros

Variedad de dispositivos reproducen archivos de audio o multimedia. Estos son los más destacables.

La empresa Findaway World comercializa un aparato especializado en escuchar libros, Playaway.

Por su parte, a asistentes electrónicos como Amazon Echo o Google Home puede pedírseles con la voz que lean un audiobook (de Audible o Google Play respectivamente) y lo reproducen en unos segundos, al igual que los ebooks de Kindle. Puede que estos sean los reproductores más adecuados para personas que no están acostumbradas a los aparatos electrónicos, como la gente mayor. No obstante, son cuestionables en cuanto a privacidad (están escuchando todo el rato).

Si son descargables, los archivos de audio pueden escucharse en la radio del coche. Ya es posible que algunos sistemas operativos de los coches reproduzcan un audiolibro, como a través de CarPlay con el iPhone. Muy bien que se pueda escuchar uno mientras se conduce incluso sin tocar ningún botón, pero... ¿se debería si tenemos en cuenta lo que distrae?

Parece que nos encaminamos a un mundo de tecnología invisible (*), donde nos relacionaremos con los dispositivos sin tocarlos, conversando con ellos (chat bots).

¿Dónde hay audiolibros?

Las principales librerías, editoriales (MeGustaEscuchar) y bibliotecas tienen una sección dedicada a fonolibros o una aplicación móvil.

Algunas librerías físicas no solo comercializan audiolibros en soporte digital y en CD, sino también en tarjetas de papel que enlazan a su reproducción.

Hay tiendas especializadas en vender audiolibros (Sonolibro, Audioteka, Fonolibro, Audiomol, Libro.fm, Storytel o Audible, esta con su propia app y con el servicio de suscripción de piezas informativas breves Audible Channels) y plataformas de suscripción especialistas (Audiobooks, TuneIn, eStories) o generales con oferta de audiolibros (Scribd, Playster o incluso Spotify y Deezer), grandes del ebook con sección para audiolibros (Kobo), grandes sin más como Google Play, webs sociales (SoundCloud, adonde la gente sube las muestras, demos o samples) y sitios con audiolibros gratis o en dominio público, como iVoox. También se puede acceder a audiolibros a través de algunas bibliotecas (el Instituto Cervantes tiene una); a veces hay intermediarios como Hoopla. Por cierto, se empiezan a probar las muestras de audiolibros en alguna plataforma de catalogación social (GoodReads). Alguna tienda, como Downpour, alquila audiolibros.

Algunas de estas entidades controlan que el producto solo se consuma en su entorno, lo que se conoce como DRM.

En las anteriores plataformas los usuarios pueden opinar sobre las obras, al igual que dejar sus impresiones en blogs u otras publicaciones que estén especializadas en reviews, como la web AudioFile Magazine. Parece destacable la idea del #audiolibrómetro de Érase Una Vez para valorar los aspectos técnicos del fonolibro.

Crear un audiolibro

En primer lugar, el texto escrito habrá que adaptarlo al audio. En lo relativo a los narradores, debe determinarse el número de voces que intervendrán, el tipo y acento. Estos profesionales acostumbran a cobrar por horas y no por el libro hablado en conjunto; la producción resulta costosa, tengámoslo en mente.

En algunos casos el escritor relata su obra, por ejemplo si es una figura conocida que puede ayudar al marketing y literalmente hablarle al usuario. Los escritores de PRH cuentan su experiencia al respecto en el podcast This is the author. Es habitual también que se contraten personas de renombre para leer el audiolibro. Se pueden buscar voces para audiolibros y otros productos en Voices o en BunnyStudio, webs donde es posible buscar por idioma, entre otras características. Jay Swanson aconseja navegar por estos sitios para encontrar las voces pero trabajar a través de plataformas que den garantías para ambas partes (como algunas de las que se mencionan a continuación).

Producir y distribuir un audiolibro

Existen editoriales especializadas en producir (audiobook publishers) y a menudo distribuir estas obras. En el entorno hispano tendríamos Blavox, Literaudio o Kilohercios y Decibelios. En el ámbito anglosajón están Tantor, Podium Publishing, BeeAudio, ACX de Amazon (tal vez no está disponible en todos los países y lenguas) o Findaway Voices, que sube el libro hablado a las principales plataformas.

Si una vez terminado el audiolibro, se desea únicamente subirlo a varios sitios están algunas de las editoriales anteriores y también agregadoras como Author's Republic.

Con opciones para todo lo anterior, está la agregadora Draft2Digital (también distribuye ebooks).

Si en lugar de un profesional creamos nosotros el audiobook y deseamos que el formato sea DAISY o epub 3, tenemos a nuestra disposición el programa específico Tobi.

Los audiolibros digitales que se subirán a las principales plataformas deberán presentarse en diversos archivos, con cierto peso máximo, en un rango de hertzios y decibelios, sin sonidos raros. Lo ideal es que estén tanto en mono como en estéreo y cada capítulo no supere los 120 minutos.

A los audiolibros fijados en casete, CD o DVD sus creadores puede que deban solicitarles el depósito legal y, según el país, asignarles ISBN.

En Author Earnings publicaban de vez en cuando los resultados de su encuesta a autores sobre ventas (qué formato, cuánto, dónde). Proporcionan también datos sobre audiolibros, de momento los vendidos en Amazon.

La exposición del audiolibro

Parece razonable intentar promocionarlo en donde está la gente a la que le gusta escuchar, como la radio o los podcasts. Como ya se ha comentado antes, SoundCloud se suele utilizar para subir y compartir las muestras de audiobooks.

Con respecto a plataformas de vídeo como Youtube, los creadores y otros intermediarios pueden subir algunos fragmentos para que el audiolibro tenga más posibilidades de ser descubierto. Hay usuarios que publican en estos sitios web parte o todo el contenido del libro sin permiso; a veces emplean el audiolibro oficial y otras graban una versión propia. Al igual que con el book trailer, sepamos que es posible poner anuncios mientras los usuarios escuchan el audiolibro y obtener beneficios.

Los derechos de autor del audiolibro

Diferentes agentes pueden participar en la creación de un libro hablado, así que es necesario aclarar por escrito (transferir) quién tiene permiso para usar la obra, en qué supuestos y a cambio de qué cantidad de dinero. Recomiendo leer este artículo en inglés sobre derechos del audiolibro, en el que se abordan figuras y conceptos como los siguientes:

Un mundo con audiolibros

Los libros hablados tienen sus propios blogs, concursos y premios, por ejemplo, en EE. UU. están los Audie Awards que convoca la Audio Publishers Association (APA).

Cabe decir que la legislación resulta relevante para que se considere a todo tipo de público. Sin normas estatales e internacionales que exijan la accesibilidad, algunos fabricantes probablemente obviarán a ciertas minorías.

Enlaces de interés:

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